LA ESCUELA Y LOS TEXTOS
(El Rotativo de Cajigal)- Primero vamos a definir qué es un texto, palabra tan usada
en el ámbito escolar cuando decimos por ejemplo: “redacta un texto corto”, “tu
texto no tiene coherencia” “deben comprar un libro de textos” o “a los alumnos
les falta comprensión de textos”.
En Lingüística, un texto es un tejido o entramado
lingüístico sistemáticamente escrito, de extensión diversa, que posee sentido
para cualquier persona que lo lee o para un determinado sector que comparte
dicho tecnicismo. En el lenguaje corriente se aplica en un sentido más amplio,
comprendiendo también al lenguaje hablado, a los que en Lingüística se los
considera textos primarios. Tanto los textos orales como los escritos tienen la
función de comunicar.
En la actualidad las comunicaciones nos desbordan, los
medios masivos permiten mantener contactos antes impensados y recibir
información al instante, sin embargo, paradójicamente los textos que usamos
para comunicarnos cada vez presentan mayores falencias de redacción,
comprensión y expresividad. Es frecuente mal interpretar comentarios, no
extraer conclusiones válidas de lo que se lee, redactar en forma deficiente con
errores ortográficos que a veces cambian hasta el sentido a lo expresado por
escrito aunque al hablar suenen igual (no es lo mismo hacia que Asia, o tubo
que tuvo, por ejemplo). La gente cree estar más comunicada, pero podría estarlo
efectivamente mejor, si los mensajes contenidos en el texto no tuvieran tantas
falencias. Esto se debe a que cada vez se leen menos textos de cualquier tipo
(históricos, literarios, científicos) progresivamente se han ido desestimando
los errores ortográficos y los signos de puntuación en pos de una escritura más
libre y espontánea, lo que en definitiva atenta contra nuestra libre expresión
y el derecho de que nos entiendan, y entendamos lo que nos comunican.
Creemos que la escuela debe devolverle la importancia a los
textos bien redactados; a la lectura pausada y expresiva de los mismos; al
reconocimiento en ellos de las ideas principales y secundarias atendiendo a su
contexto; a la caligrafía (un texto cuya letra no se entiende no comunica) y en
definitiva, a que los textos cumplan su cometido esencial: la comunicación
humana libre pero eficaz.
Fuente: http://educacion.laguia2000.com/
Categoría: Educación
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