LA CRISIS EN LA EDUCACIÓN
Sir Ken Robinson, |
Reconoce que el problema de cómo se está educando hoy a la
juventud es un planteo a nivel mundial, para tratar de que los jóvenes puedan
tener un lugar en el mundo; aunque es difícil saber cómo será el futuro en
cuestión económica ya que los cambios se producen de un día para otro y también
existe el problema de la pérdida de las tradiciones.
Las nuevas generaciones no le pueden ver sentido a la
educación que reciben porque la educación continua utilizando fórmulas viejas
para una situación totalmente nueva.
La juventud se da cuenta que no siempre tener un título es
garantía para conseguir trabajo, aunque sea cierto también que una buena
instrucción tenga sus ventajas.
El sistema educativo actual está estructurado como en el
pasado, priorizando el intelecto, entendiendo a la inteligencia como la
capacidad de razonamiento deductivo y de tener conocimientos clásicos; y esta
mentalidad es la que se mantiene en la educación pública.
La gente se divide en dos clases: académica y no académica,
inteligente y no inteligente.
Lo malo es que muchos que son brillantes, en función de esta
clasificación, se convencen que no lo son.
De modo que la educación continúa descansando sobre estos dos
grandes pilares: el académico y el intelectual; y esto es lo que ha malogrado
la vida de muchas personas y ha beneficiado a la minoría.
Existe actualmente una epidemia de “Trastorno por déficit de
atención e hiperactividad” que es tan inadecuada como falsa.
Si este trastorno realmente existe, aún es tema de debate;
sin embargo muchos chicos están siendo medicados en forma frecuente, debido a
razones médicas que están de moda sin genuino fundamento.
En la actualidad, los niños reciben la mayor invasión de estímulos
audiovisuales de la historia además de gran cantidad de información por todos
los medios de comunicación; y por otro lado, son castigados por estar
distraídos y no prestar atención al material de estudio que se enseña en la
escuela, que en su mayor parte es aburrido y no logra despertar su interés.
En el arte es donde se encuentra la mayor cantidad de
víctimas de esta mentalidad actual; porque el arte exige la máxima atención de
los sentidos en todo momento de la vida y lo que se está haciendo es anestesiarlos
con drogas, en lugar de hacer lo opuesto, o sea tratar que estén realmente
despiertos a lo que está dentro de ellos.
La educación está standarizada y no tiene en cuenta las
diferencias individuales; por esta razón es necesario un cambio de paradigma.
Existe un estudio hecho sobre el pensamiento divergente que
es una capacidad esencial para la creatividad, que no es lineal o convergente
sino que también puede ser lateral; que ilustra este tema.
Se trata de la habilidad de encontrar muchas respuestas a una
sola pregunta o de ver muchas formas de interpretarla.
Un estudio longitudinal sobre el pensamiento divergente en el
que participaron mil quinientos niños de jardín de infantes, dio como resultado
que el 90% eran genios.
Los mismos niños fueron testeados cinco años después, cuando
tenían entre 8 y 10 años y ese porcentaje descendió a un 50%.
Cinco años más tarde, cuando tenían entre 13 a 15 años ese
porcentaje descendió aún más.
Quiere decir que todos nacemos con la capacidad para pensar
en forma divergente y que la mayoría se deteriora con el tiempo, cuando son
educados.
Tenemos que pensar diferente sobre la capacidad humana; sobre
la educación; sobre lo académico y lo no académico; sobre lo abstracto, lo
teórico y lo vocacional y ver que todo esto es sólo un mito.
Además, hay que estimular el trabajo en grupos para fomentar
el hábito de la colaboración y no favorecer el aislamiento; y cambiar la
estructura de nuestras instituciones.
Fuente: La guía de Filosofía
La Web de Noticias de Yaguaraparo para el Mundo.
Categoría: Educación
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