LA LENGUA
Es el campo del lenguaje el que orienta al psicoanálisis. Cualquiera
que quiera entender mínimamente de qué se trata el psicoanálisis tiene que
tomar como referencia al lenguaje, en tanto solo disponemos de un medio: la
palabra. Pero que quede claro: la palabra que importa es la del paciente, en
tanto como signo, remite siempre a otro sentido -nos dice Lacan a comienzos de
su enseñanza, en su texto “Función y campo de la palabra y del lenguaje en
psicoanálisis”.
Ahora bien, siguiendo la pregunta
de Freud en su artículo “Sobre el sentido antitético de las palabras
primitivas”, el lenguaje ¿solo sirve para comunicar, para expresar lo que
pensamos?
Lacan retoma este cuestionamiento
freudiano, proponiendo su tesis de que el lenguaje implica la apelación al otro
como interlocutor, y esto es una cuestión de estructura. Y a lo largo de su
enseñanza tenemos que el lenguaje implica una “elucubración de saber” sobre lo
que llamamos “lalengua”.
Con Freud sabemos que el lenguaje
tiene varios dialectos, variando a partir de cada estructura clínica (Freud
llegó a decir que la obsesión, como vimos en un post anterior, no es más que un
dialecto de la histeria)
En lo que hace a la neurosis, la
palabra abarca el discurso del otro, y el lenguaje -nos dice Lacan en ese mismo
escrito que les cité- marcado por la equivocidad del significante, da cuenta
del síntoma como un significado reprimido.
Es de esta manera que el
lenguaje, si lo tomamos en su costado de comunicación, no se trata de la
comunicación unívoca (por la cual el emisor envía un mensaje al receptor,
unilinealmente) sino que el emisor recibe del receptor su propio mensaje, pero
de manera invertida.
Dentro del campo de la psicosis,
podemos decir que el sujeto es hablado por las voces que retornan en lo real
(por la forclusión del Nombre del Padre en lo simbólico) Y el delirio da cuenta
de un lenguaje que no encierra dialéctica alguna.
La lengua hablada, sabemos que es
preexistente al sujeto, y está expresada en esos significantes que ordenan los
vínculos sociales. Es allí donde el sujeto viene a inscribirse. En la
antigüedad esos significantes estaban organizados bajo la ley paterna. Por el
significante del Nombre del Padre, significante soporte de la función simbólica
que identificamos con la Ley. la justicia, por ejemplo, es uno de los
significantes que ordenan las relaciones humanas.
En el primer Lacan, tesis sobre
la que funda su enseñanza, tenemos que el inconsciente está estructurado como
un lenguaje, teniendo como referencia la lingüística (a diferencia de la cual
toma como unidad el significante y no el signo saussuriano).
De la condensación y del
desplazamiento freudianos, leyes del sueño, Lacan lo retraduce (con la lingüística)
como metáfora y metonimia, en su teoría del inconsciente estructurado como un
lenguaje. Y pretende introducir lo simbólico como única manera de abordar lo
real, que es en definitiva hacia lo que se orienta toda su enseñanza.
Al psicoanalista lo que le
interesa es eso que no puede asimilarse a lo simbólico, al lenguaje. El
analista se orienta hacia lo real, demostrando que el inconsciente no se acaba
vía sentido. Más bien hay que apuntar al sinsentido.
FUENTE: SCILICET. Semblantes y
sinthome. AMP, 2010.
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Categoría: Salud