LAS NUEVAS CÁMARAS POCO CONVENCIONALES
Ante la supremacía de las cámaras de los móviles, las empresas de cámara fotográficas están haciendo sus «jugadas» para levantar el sector.
Si eres como dicen las estadísticas y las cifras de mercado indican,
es muy probable que ya hayas dejado de usar una cámara de fotos y que un
smartphone sea el dispositivo con el que tomas las imágenes y películas de tu
día a día.
El declive de las cámaras compactas es cada vez más rápido porque los
teléfonos cada vez integran mejores cámaras, tanto es así que la «cámara» más
popular en Flickr no es otra que el iPhone. Además hoy en día se comparten y
toman más imágenes que nunca y los móviles pueden hacer todo esto directamente
y procesar las imágenes con infinitas apps como la popular Instagram, algo que
las cámaras convencionales no pueden hacer, aunque hay ya dispositivos como el
Samsung Galaxy Camera que es básicamente un híbrido entre una cámara y un móvil
Android y que puede subir las fotos a las redes sociales directamente gracias a
su conexión 3G.
Por otro lado, también hay ya numerosas cámaras que gracias a su
conexión Wi-Fi se pueden configurar para subir las fotos a redes sociales como
Facebook o Twitter, y muchas empiezan a integrar efectos especiales al estilo
Instagram para dar un aspecto retro o distinto a tus fotos.
Pero lejos de «matar» al mundo de la fotografía, los móviles han
logrado aficionarnos más que nunca a la imagen y junto con los avances en
facilidad de uso, han conseguido que se vendan más cámaras réflex que nunca.
Curiosamente, según un estudio de Sony, dos de cada tres usuarios de una cámara
réflex la usa únicamente en el modo automático.
Lado salvaje
Además de animarnos a adquirir una cámara de elevadas prestaciones,
las redes sociales y los smartphones han provocado que queramos compartir
experiencias que van más allá de lo habitual. Ya no nos conformamos con las
fotos convencionales de unas vacaciones o de nuestro ocio «normal» sino que
queremos también mostrar nuestro lado más salvaje e interesante. Así, la foto
delante del monumento de turno ha dado paso a fotos y vídeos de un descenso en
bicicleta de montaña, una tarde haciendo surf o imágenes subacuáticas que no
podemos hacer con nuestro smartphone ni con las cámaras convencionales.
De forma paralela, los fabricantes también están buscando nuevas
formas de hacer atractivas sus cámaras de fotografía y vídeo y así están
apareciendo nuevos modelos especializados en facetas que se salen de lo
habitual.
El universo es muy amplio y puedes encontrar desde las cada día más
populares cámaras deportivas, que se anclan en cualquier lugar (un casco, una
bicicleta, una tabla de surf o snowboard, etc); las cámaras para aventura y
deporte, de forma más convencional, que puedes sumergir y están pensadas para
soportar golpes y otras inclemencias; hasta toda una ingente variedad de
cámaras no convencionales que van desde las cámaras espía en gafas, los
binoculares con cámara para observar la naturaleza, o las cámaras integradas en
helicópteros o «drones» que te permiten tomar películas e imágenes desde
lugares y puntos de vista hasta hoy impensables.
Una de las cosas que ha demostrado el éxito de la GoPro es que los
usuarios demandan un mínimo de calidad en este tipo de cámaras y es un mínimo
bastante elevado, es decir: nada por debajo del full HD 1.080 P y además exigen
en muchos casos características extra como la posibilidad de grabar a un
elevado ratio de fotogramas para después ralentizar las imágenes.
La GoPro Hero3 Black edition es sin duda la «bestia negra» de estas
cámaras de acción. No es exactamente económica (unos 380 euros en Amazon), pero
es sumergible hasta 60 metros, puede capturar vídeo 4K a 15 fotogramas por
segundo (suficiente para, por ejemplo integrar en vídeos para Internet), y
hasta vídeo en calidad 2,7K (con resolución de 2.704 x 1.524 píxeles, superior
al Full HD) a 30 fotogramas.
Para hacer tomas a velocidad lenta puede grabar en Full HD a 60
fotogramas o incluso a 120 fotogramas a resolución 720p (eso significa que
puedes ralentizar después la película a un cuarto de su velocidad y obtener
películas a cámara lenta de gran calidad). Además, aunque tiene una lente fija,
tiene una gran luminosidad (f2.8) y el sensor ha sido optimizado también para
mejorar la respuesta en condiciones de poca luz. Por si fuera poco, aunque ni
siquiera tiene una pantalla para ver las grabaciones, cuenta con conexión Wi-Fi
y puedes controlar la cámara con una App desde tu smartphone.
El éxito de la GoPro viene también dado por su carácter modular, que
hace más económico el primer acceso a la cámara. Como hemos comentado, no tiene
una pantalla para ver las fotos o vídeos, si quieres esta función puedes
comprar la pantalla externa por unos 90 euros) y sólo tiene un pequeño panel
LCD de control. Del mismo modo, puedes comprarle accesorios como el disparador
remoto, o carcasas específicas, pero sobre todo lo que tienes son innumerables
accesorios para montar la cámara en casi cualquier lugar que se te ocurra,
desde una tabla de surf, un casco, etc. o para llevarla sujeta en el pecho o en
la muñeca.
Por supuesto, la GoPro no es la única cámara de este tipo y, aunque
con menos éxito, hay multitud de fabricantes como JVC, Sony, Panasonic,
Polaroid, Rollei, etc que ofrecen cámaras de acción a precios que van desde
unos 60 euros hasta unos 250 euros.
Cámaras de aventura
Otro tipo de cámaras que ha encontrado un hueco en el que resistir son
las cámaras para aventura, derivadas de las cámaras compactas que adoptan
carcasas más o menos resistentes y estancas.
Aunque en este caso están más orientadas a fotografía, por supuesto,
pueden grabar vídeo Full HD y algunas, como la Nikon AW110 incluyen ya
directamente un GPS, no sólo para que tus imágenes salgan con la localización
geográfica añadida a los datos del archivo, sino que puede mostrar un mapa con
puntos de interés en los que tomar imágenes.
Este modelo de Nikon ronda los 300 euros, pero el fabricante está
ofreciendo cámaras resistentes y sumergibles hasta 5 metros, como la Coolpix
S31, que cuestan poco más de 100 euros, de manera que ya no tienes excusa para
hacer fotos aburridas estas vacaciones. Por supuesto, casi todos los grandes
fabricantes cuentan con alguna familia o modelo de cámara compacta para
aventura como Olympus con su serie “Though”, Fujifilm con sus modelos XP o
Panasonic con sus Lumix FT.
Mirando las estrellas y espiando
Una de las cámaras más curiosas creadas para cubrir un nicho distinto
es la Canon EOS 60Da, un modelo derivado de las réflex convencionales del
fabricante en el que se han integrado filtros especiales y una electrónica
diseñadas para la fotografía de astros. Además, este modelo tiene accesorios
muy interesantes como un cargador para alimentar la cámara de manera
ininterrumpida (algo muy interesante en astrofotografía) y funciones especiales
para fotografías a intervalos (time lapse) o exposiciones de muy larga
duración, ideales para fotografiar estrellas, nebulosas y otros cuerpos
celestes.
Una de las consecuencias de los avances en imagen digital no es sólo
que los smartphones integren cámaras de gran calidad, sino que se pueden
incorporar cámaras de alta resolución en todo tipo de objetos y dispositivos.
Así, hoy los «espías» lo tienen más fácil que nunca porque se pueden
esconder cámaras en relojes, bolígrafos, en unas gafas de sol, o en un
helicóptero de juguete… Algunas de estas cámaras, se emplean también como
cámaras de acción, o sencillamente para conseguir grabaciones con un punto de
vista distinto.
Uno de los dispositivos de este tipo más populares es el Parrot
AR.Drone 2.0, un helicóptero de juguete con cuatro hélices que se pilota desde
el iPhone o desde cualquier smartphone. La gracia del AR.Drone 2.0 no es sólo
que integra una cámara, sino que incluye un apartado específico en la app que
se usa para pilotar que está especialmente encaminada a grabar películas con el
cuadricóptero. Las aplicaciones son infinitas y se puede usar desde para espiar
a los vecinos, hasta para grabar animales salvajes a los que no te apetece
acercarte en persona o para llevar a cabo tomas que con una cámara normal
serían muy difíciles o imposibles de llevar a cabo sin un equipo de grúas al
estilo de Hollywood. La cámara del AR.Drone 2.0 ya proporciona una calidad
bastante interesante (720p), pero si no te resulta suficiente, algunos
intrépidos se han atrevido incluso a montar una cámara GoPro en el helicóptero
de Parrot con un kit de piezas fabricadas en una impresora 3D para aprovechar
las mayores capacidades de esta cámara.
Y más...
Como comentábamos, la imaginación de los fabricantes es muy grande y
el número de nichos es ciertamente amplio, así que no es de extrañar que puedas
encontrar cámaras en cualquier dispositivo electrónico y para las tareas más
concretas que puedas imaginar, desde cámaras 3D (que tan de moda estaban hace
tres años y que han ido cayendo en el olvido), cámaras para tomar panorámicas
en un solo disparo, prismáticos con cámara para grabar vida animal, cámaras y
adaptadores para telescopios, cámaras en los juguetes de los niños, en los
televisores para usar videoconferencia, cámaras que se integran en la ropa o se
camuflan en objetos como relojes o bolígrafos…
Así, lo complicado va a ser en el futuro encontrar algún dispositivo
que no lleve cámara y algún lugar en el que estemos a salvo de la mirada de una
de estas cámaras, de modo que, por si acaso… sonríe.
FUENTE: ABC.ES
La Web de Noticias de Yaguaraparo
Categoría: Ciencia