JABÓN ANTIBACTERIAL, EL MÁS USADO EN LOS HOGARES. ¿ES MALO PARA LA SALUD?
No existe evidencia de que el uso
de jabón antibacterial sea más efectivo que los demás cuando se trata de luchar
contra las bacterias. De hecho, ¿sabías que los expertos aseguran que en realidad
es hasta más peligroso.
Cuando en el mercado te pasas por
la sección de jabones y te detienes un momento para elegir cuál llevar, es
probable que te encuentres con numerosas opciones. Neutros, con fragancias, de
colores, formas extrañas y por supuesto, los mágicos jabones antibacteriales,
que son los que comúnmente se venden en mayor cantidad.
Sin embargo, la investigación
publicada en la revista mBio de la American Society for Microbiology (ASM
society) detalla que el Triclosán es un agente antimicrobiano que se encuentra
en los jabones de la casa, champús y cremas dentales y que es el responsable de
generar infecciones. Informe21
Los investigadores explican que
el Triclosán fomenta el desarrollo de las bacterias Staphylococcus aureus
dentro de la nariz, lo que causa infecciones en el cuerpo.
Este agente, que se puede
detectar en la orina de las personas, altera el sistema endocrino y disminuye
la función del corazón y el músculo esquelético. Por ello, es muy importante
que evites el uso de productos que contengan Triclosán.
5 RAZONES PARA NO USAR JABÓN ANTIBACTERIAL
1. EL JABÓN ANTIBACTERIAL DAÑA EL MEDIO AMBIENTE
Uno de los compuestos que hacen antibacterial
a un jabón es el triclosán, un potente agente antibacteriano y fungicida
presente también en diversos cosméticos, productos de primeros auxilios y
desinfectantes. ¿Cuál es el problema entonces? Que los jabones antibacteriales
tienen enormes cantidades de triclosán y cuando utilizamos el jabón, el 99% de
las veces lo hacemos en un desagüe.
Si bien muchos países cuentan con
sistemas de tratamiento de aguas residuales, se ha demostrado que el triclosán
resiste la gran mayoría de éstas. Una vez llega a ríos, arroyos y demás, el
triclosán tiene la capacidad de interrumpir el proceso de la fotosíntesis en
algas y vegetaciones costeras. Por otro lado, también se encontró que el
triclosán es absorbido por los vegetales, persiste allí y luego, cuando los
animales se alimentan de los mismos, la sustancia pasa a la sangre, habiéndose
registrado
2. PUEDE PROVOCAR DISTINTOS PROBLEMAS DE SALUD
La publicidad ha sido fundamental
en esta problemática, mostrando jabones prácticamente mágicos, que “eliminan el
99.9% de las bacterias” y demás. La cuestión es que actualmente, los jabones
con triclosán (jabones antibacteriales) están en todas partes y son los que más
se venden, pero mientras la gente los compra creyendo que así estarán más
protegidos contra las bacterias peligrosas, en realidad se están exponiendo a
mayores riesgos en la salud. Existe evidencia de que los niños más expuestos al
triclosán tienen más probabilidades de sufrir de alergias de toda clase y los
científicos creen que ello sería el resultado de la reducción de la exposición
a las bacterias, necesaria para el desarrollo y funcionamiento del sistema
inmunológico.
Existen estudios que también
mencionan como el triclosán interfiere con contracciones musculares en las
células humanas, la actividad muscular en ratones de laboratorio y en peces
pequeños. Lo más preocupante es que el triclosán tiene gran facilidad para
penetrar el organismo y entrar al torrente sanguíneo, encontrándose elevados
porcentajes de triclosán en la sangre, la orina e incluso hasta en la leche
materna. De esta manera, el sistema inmunológico, que nos defiende las
bacterias peligrosas, se vuelve cada vez más débil y a mayor escala.
3. PUEDE PROVOCAR DESEQUILIBRIOS HORMONALES
Una serie de estudios recientes
acerca de los efectos del triclosán a nivel hormonal demostró que el jabón
antibacterial y los residuos de triclosán funcionan como un interruptor
endocrino. Más precisamente, 2 experimentos en el laboratorio encontraron que
ratas, ranas y otros animales tienen varios cambios y anomalías en el
funcionamiento de la hormona tiroidea. Al funcionar como un interruptor
endocrino, es decir como disruptor hormonal, no sólo podría ocurrir lo mismo en
los seres humanos, sino que existe la posibilidad de que se desarrollen
problemas más serios en consecuencia, desde problemas como la infertilidad y la
pubertad precoz a la obesidad y hasta el
cáncer. Dados los mínimos beneficios del triclosán, que por supuesto que los
tiene, los riesgos y la exposición prolongada son una gran preocupación.
4. EL JABÓN ANTIBACTERIAL PUEDE PRODUCIR BACTERIAS MÁS RESISTENTES
La resistencia bacteriana no es
una novedad. Bien sabido es que estos complejos microorganismos, los más
abundantes del planeta, tan esenciales como peligrosos para la vida, son
capaces de adecuarse a los más diversos medios, desarrollarse y sobre todo,
volverse cada vez más resistentes. Es por ello que el uso intensivo de
antibióticos, desinfectantes y agentes como el triclosán (que define a un jabón
antibacterial) es algo para nada recomendable, pues lentamente genera
resistencia en las bacterias.
Las bacterias mutan y se
desarrollan para sobrevivir a como de lugar, logrando inmunizarse a diversas
clases de sustancias químicas, incluyendo las que antes las exterminaban. El
uso frecuente y extendido del triclosán elimina a las bacterias, pero sólo a
las que no han mutado, no a todas. A la larga, el grupo de sobrevivientes puede
proliferar y crecer lo suficiente como para volver inútil a este agente. La
bacteria MRSA es el mejor ejemplo en estos términos, una bacteria que ha mutado
y desarrollado resistencia a diversos medicamentos y agentes desinfectantes.
Esta problemática es tan grande que actualmente la OMS (WHO) lo considera como
una “amenaza para la seguridad sanitaria mundial”.
5. EL JABÓN ANTIBACTERIAL ES IGUAL DE EFECTIVO QUE EL jABÓN COMÚN Y
AGUA
Finalmente, ya con todo dicho
acerca de la verdad sobre los jabones antibacterianos, no queda más que señalar
el hecho de que está científicamente comprobado que el uso de un jabón
antibacterial es igual de efectivo que un jabón común y agua, sólo que el
primero trae una serie de consecuencias considerablemente peligrosas para el organismo,
nuestra salud y también el medio ambiente. Se trata de un problema realmente
serio y aunque aún se le presta muy poca atención, la FDA y diversas
organizaciones lo vienen estudiando desde hace más de 42 años.
En este tiempo, no se encontró
evidencia alguna de que el jabón antibacterial tenga algún beneficio para la
salud y tampoco de que sea más eficaz que uno común. Sin lugar a dudas, la gran
responsabilidad la tienen los medios y la publicidad, ofreciéndoles a los
consumidores un producto falso que los crédulos compran esperando proteger a
sus familias y sus seres queridos de enfermedades u otros peligros, mientras
que no se trata más que de un gran engaño.
Fuente: d24ar
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Categoría: Salud
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