NUEVO MECANISMO PARA CURAR LAS HERIDAS
Un grupo investigador del
Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC), en España, ha creado una nueva
tecnología para descifrar los mecanismos de la curación de heridas. Mediante
este método ha descubierto cómo las células se mueven y trabajan conjuntamente
para cerrar una lesión en el tejido.
El estudio, publicado en la
revista Nature Physics, supone un gran paso hacia adelante para comprender cómo
se reparan las heridas, según sus autores, ya que puede ayudar a desarrollar
tratamientos para acelerar su curación. Optimizar la reparación de tejidos es
una necesidad importante para el tratamiento de enfermedades agudas y crónicas.
El hallazgo también es un paso
importante para lograr la regeneración eficaz de órganos. Cuando se habla de
curación de heridas, normalmente pensamos en las de nuestra piel, pero también
hay heridas en todo tipo de tejidos y órganos en nuestro interior que pueden
estar relacionadas con enfermedades crónicas, como la diabetes o el asma. Las
heridas internas también pueden favorecer la progresión del cáncer ya que
proporcionan un entorno físico y químico que promueve la invasión de células
malignas.
Desde hace tiempo se sabe que hay
dos mecanismos diferentes que contribuyen a la curación de heridas. En el
primer mecanismo, se forma un anillo de proteínas contráctiles en los bordes de
la herida y la contracción de este anillo cierra la herida del mismo modo que
una bolsa se cierra cuando tiramos de sus cordeles. En el segundo, que se
denomina ‘migración celular’, las propias células extienden unos ‘brazos
micrométricos’, conocidos como ‘lamelipodios’, que les permiten arrastrarse
hasta cerrar la brecha. En algunas heridas ambos mecanismos funcionan
simultáneamente, mientras que en otras solo se utiliza uno de los dos.
El grupo del IBEC en colaboración
con el Instituto de Recerca Biomédica (IRB), la Universidad Politécnica de
Cataluña (UPC), la Universidad de Barcelona (UB), la Universidad de
París-Diderot, el Mechanobiology Institute de Singapur y la Universidad de
Waterloo de Canadá, ha desarrollado, por primera vez, una técnica para medir a
nanoescala las fuerzas que hay detrás del proceso de curación de heridas, y
haciendo esto, han descubierto que los dos mecanismos aceptados actualmente no
son suficientes para explicar el fenómeno.
De forma inesperada, han
encontrado un nuevo mecanismo en el que las células forman arcos contráctiles
supracelulares que comprimen el tejido bajo la herida. Combinando experimentos
y modelos computacionales, los autores han demostrado que las contracciones
derivadas de estos arcos permiten la curación de las heridas de un modo más
rápido y resistente.
“Desde hace tiempo sabemos que la
curación de heridas no podía entenderse completamente sin una medición directa
de las fuerzas que impulsan el movimiento celular”, explica Xavier Trepat,
investigador principal del grupo de Dinámica Integrativa de Células y Tejidos
del IBEC y profesor investigador ICREA.
“Somos los primeros
investigadores en desarrollar la tecnología para hacer estas mediciones, pero
no nos habíamos imaginado tropezar con un mecanismo tan integrativo en el cual
las células vecinas coordinan su movimiento físico con tanta precisión”,
destaca el investigador.
(Fuente: IBEC)
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