ANALGÉSICOS: CÓMO SELECCIONAR EL MEDICAMENTO SEGÚN EL DOLOR
Aunque las etiquetas y las afirmaciones publicitarias sean distintas,
todos los analgésicos de venta sin receta contienen uno de cinco compuestos
químicos: Aspirina (ácido acetilsalicílico), paracetamol (acetaminofeno), ibuprofeno,
naproxeno sódico y, más recientemente, ketoprofeno. Las diferencias entre los
productos en relación con la mejoría del dolor son más sutiles que
significativas.
El término analgésico se deriva del griego an, “sin”, y algos,
“dolor”. Los analgésicos de venta sin receta mejoran el dolor leve o moderado
que acompaña al catarro; el dolor de cabeza, dientes, músculos y espalda; o el
dolor artrítico y el cólico menstrual. También ayudan a disminuir la fiebre.
Estos analgésicos se dividen en dos categorías principales: los que también
reducen la inflamación y los que no tienen este efecto.
Antiinflamatorios no
esteroideos (AINE): Este grupo abarca la Aspirina, ibuprofeno, naproxeno
sódico y ketoprofeno, que reducen la inflamación. Son de utilidad máxima cuando
un padecimiento doloroso también se acompaña de inflamación (como algunas
formas de artritis y la tendinitis). Entre los efectos colaterales más
frecuentes se cuentan el malestar estomacal, úlceras y hemorragia.
El paracetamol (acetaminofeno)
no mejora la inflamación. Debido a que casi no tiene efectos colaterales
con las dosis recomendadas, podría ser una buena opción para el uso a largo
plazo cuando usar los AINE representa un riesgo.
Todas las dosis de analgésicos de venta sin receta de potencia normal
brindan alivio de los dolores habituales, como el dolor de cabeza o el
muscular. Se logran mejores resultados contra el cólico menstrual con el
ibuprofeno, naproxeno sódico y ketoprofeno.
CÓMO DIFERENCIAR LA AYUDA DE LA PUBLICIDAD EXAGERADA
Los analgésicos de venta sin receta vienen en formas muy diversas. Es
habitual que sean suficientes los preparados genéricos, de menor costo. En caso
de duda, hay que consultar al farmacéutico o médico. La siguiente es una guía
de los diferentes tipos de presentaciones de los medicamentos:
Amortiguados: Los analgésicos amortiguados contienen un
antiácido para reducir su acidez. Existe polémica en cuanto a si estos
productos en realidad protegen al estómago.
De recubrimiento entérico: Un recubrimiento especial permite
que el medicamento cruce el estómago sin sufrir cambios y se disuelva en el
intestino delgado. Esto ayuda a disminuir la irritación estomacal. Debe
considerarse un producto de recubrimiento entero en caso de empleo diario
debido al dolor crónico. El recubrimiento hace más lenta la absorción, por lo
que no se recomendaría para la mejoría rápida del dolor (por ejemplo, el de
cabeza).
Liberación cronometrada: También llamados productos de
liberación prolongada o sostenida, tienden a disolverse lentamente. Prolongan
la mejoría al mantener concentraciones constantes del analgésico en la sangre.
Deben emplearse en caso de requerir mejoría duradera, y no acción inmediata.
Potencia adicional: Una sola dosis de estos preparados contiene
mayor cantidad de analgésico que los productos de potencia normal por lo
general, 500 miligramos de Aspirina o paracetamol, en vez de 325 miligramos.
Son más recomendables cuando se requieren varias dosis de productos de potencia
normal para mejorar los síntomas; pero deben administrarse a intervalos más
prolongados.
Fórmulas de combinación: Algunos productos contienen cafeína o
un antihistamínico para reforzar el efecto. Los estudios muestran que la
adición de cafeína a la Aspirina o paracetamol aumenta su efecto contra el
dolor.
Tabletas, cápsulas, cápsulas de gel, goma o líquido: En caso de
experimentar dificultades para deglutir una tableta o cápsula redonda u oval,
una cápsula de gel pequeña podría resultar más adecuada. Otras opciones son
tomar Aspirina como un analgésico con antiácido efervescente (AlkaSeltzer).
AUTOCUIDADOS
Conocer los riesgos personales.
En general, no deben tomarse AINE si se consume otro medicamento para adelgazar
la sangre o si se padece una enfermedad renal, úlceras, trastornos hemorrágicos
o alergia a la Aspirina.
Evitar interacciones
medicamentosas. Si se usan otros medicamentos de prescripción o de venta
sin receta, debe preguntarse al médico o farmacéutico cuál analgésico es más
conveniente.
No exceder la dosis recomendada,
a menos que el médico lo recomiende.
Evitar el alcohol. Mezclar
el alcohol con la Aspirina, ibuprofeno o naproxeno sódico aumenta las
probabilidades de presentar malestar estomacal y hemorragia. Si se combina con
dosis de paracetamol mayores que las recomendadas, el alcohol incrementa las
probabilidades de padecer daño hepático grave.
Tomar los AINE con leche y
alimentos como ayuda para disminuir las molestias estomacales.
No tomar analgésicos más tiempo
que el necesario. Conviene reevaluar periódicamente la necesidad de
analgésicos.
Leer siempre las instrucciones
de la etiqueta de los productos y apegarse a ellas.
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Categoría: Salud