VAGINOSIS BACTERIANA: UNA ENFERMEDAD DE MUJER
La vaginosis bacteriana es la causa más común de infección vulvar en la mujer que lleva vida sexual activa. Esta infección altera el equilibrio normal de la vagina de tal forma que la bacteria Gardnerella vaginallis (antes llamada Haemophilus vaginalis), se multiplica de manera excesiva. En este caso, la bacteria benigna y protectora, Lactobacillus acidophilus se ve excedida en número y no puede cumplir su función habitual: producir un desinfectante natural que ayuda a mantener el equilibrio normal y saludable de los organismos en la vagina, entonces se produce una infección.
Es esta infección la que provoca el característico y desagradable olor a pescado en la vulva femenina.
El período de incubación de la infección es entre 5 y 10 días después de la inoculación. Cuando la Gardnerella infecta la vagina, dominará sobre el resto de las bacterias y el lactobacilo será eliminado en la primera semana.
La mujer sana tiene un olor vaginal característico, el cual cambia levemente según las condiciones: fase del ciclo menstrual, excitación sexual, hábitos de higiene íntima, uso de anticonceptivos o ciertos medicamentos o periodos de lactancia, pero no es nunca “olor a pescado”.
En este tipo de vaginitis no suele haber dolor con el coito por lo que puede pasar mucho tiempo antes de darse cuenta del problema. Aun así, después de una relación sexual sin protección, el semen se mezcla con las secreciones vaginales y olor se vuelve más fuerte lo que debería poner en alerta a la mujer. También el hombre debe poner atención al olor de su compañera sexual, ocasional o permanente, y extremar las medidas de higiene. Según algunos estudios el uso del preservativo no protege del contagio.
Algunos factores de riesgo para el desarrollo de la enfermedad son: tener múltiples compañeros sexuales, edad muy temprana en el inicio de las relaciones sexuales, uso de dispositivos intrauterinos, o preservativos femeninos, tener una pareja de sexo femenino, las duchas vaginales o tener una pareja nueva.
Debemos tener en cuenta que la vía de transmisión es el contacto sexual y si la pareja no se trata existe un alto riesgo de reinfección, aun así no es considerada una enfermedad de transmisión sexual.
Otras vías de transmisión son poco probables ya que el agente causal es muy sensible a la sequedad y su viabilidad depende de la presencia de humedad.
Se trata con antibióticos específicos que deben ser recetados por un ginecólogo.
Usa ropa holgada que permita entrar el aire en la zona pubiana.
Evitar los pantalones y pantys muy ceñidos.
Usa ropa interior que lleve la entrepierna de algodón
Las toallas higiénicas fabricadas con cubierta plástica en la zona de contacto con la vulva no deben ser usadas. Prefiere las tradicionales con cubierta de celulosa.
Usa jabón ácido para asear los genitales. O en su defecto agua con un chorrito de vinagre.
Cambia tu traje de baño, no permanezcas con ropa mojada por largos periodos de tiempo.
Aumenta las medidas de higiene íntima durante la regla, es decir cambia constantemente los tampones y/o las toallas higienicas.
Duerme con ropa holgada o camisón de dormir.
No uses duchas vaginales ya que la vagina tiene su propio sistema de limpieza natural.
En caso de infección, el uso de desodorante íntimos para ocultar el olor no esta recomendado ya que agrava el problema al modificar el ph genital.
Si la sudoración corporal es excesiva debe consultarse con el médico el que derivará al especialista correspondiente.
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