LA PROMESA DE LA VITAMINA D
La vitamina D se denomina
coloquialmente la vitamina de la luz solar, ya que el organismo humano la
produce tras su exposición al Sol. Sin embargo, esta vitamina 'luminosa'
presenta en la actualidad para la comunidad científica más dudas que certezas.
Un reciente estudio publicado
en la revista médica británica 'The Lancet' concluye tras revisar la literatura
científica sobre los suplementos de vitamina D, con o sin calcio, en adultos
sanos que estos suplementos no cambian el riesgo relativo de enfermedad
cardiaca, ictus o enfermedad cardiovascular, cáncer y fracturas. Sin embargo,
se sigue recomendando que los grupos de riesgo que incluyen a los bebés, las
mujeres embarazadas y los mayores, tomen suplementos.
Los autores del estudio,
investigadores de la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda, concluyen que a
la vista de sus descubrimientos existe poca justificación para prescribir los
suplementos de vitamina D para evitar el infarto de miocardio o la enfermedad
cardiaca isquémica, el ictus o la enfermedad cardiovascular, cáncer o las
fracturas o para reducir el riesgo de muerte en grupos ciudadanos no
específicos.
El estudio ESTHER, un trabajo
sobre prevención, detección temprana y tratamiento óptimo de enfermedades
crónicas en la población a escala nacional en Sarre, un estado de Alemania, se
detiene en las deficiencias de vitamina D en la población general. En el
trabajo participaron 10.000 mujeres y hombres de entre 50 y 74 años, en los que
se midió el estado de 25(OH)D, la forma activa de la vitamina D en el
organismo. Sus conclusiones, publicadas en 'American Journal of Clinical
Nutrition', indicaban que una deficiencia en vitamina D aumentaba de forma
significativa la mortalidad general y cardiovascular a lo largo de un periodo
de seguimiento medio de 9,5 años.
Los resultados de este
trabajo alemán aparecen dentro de una revisión de la literatura científica
sobre la vitamina D publicada en 2013 que realizan investigadores de
instituciones alemanas y estadounidenses y que se publica en la revista
especializada 'Dermato-Endocrinology'.
Tras repasar los estudios
publicados el pasado año, los autores concluyen que los datos disponibles
confirman el papel clave de la vitamina D en una variedad de funciones
fisiológicas y preventivas, incluyendo los trastornos neuropsiquiátricos.
Además, según los expertos los resultados justifican la recomendación de
mejorar el estado general de vitamina D en niños y adultos mediante métodos
saludables como la exposición a la luz solar, el consumo de alimentos que
contengan vitamina D y el consumo de suplementos.
Sin embargo, los
investigadores señalan que habrá que esperar qué resultados arrojan los
estudios, aún pendientes de publicar, en los que se incluye el uso de la
vitamina D en dosis lo suficientemente altas. Así, la revisión de estudios
publicada ahora en 'The Lancet' parece inclinar la balanza hacia las posiciones
científicas que sostienen que los suplementos de vitamina D no tienen
repercusiones sobre la salud de las personas sanas.
Deficiencias de Vitamina D
La falta de vitamina D
presente en el organismo puede deberse al lugar de residencia, la dieta, la
edad o las costumbres sociales. A continuación se detallan algunos de estos
aspectos:
- Consumo por debajo de los niveles recomendados: seguir una dieta
vegetariana estricta puede conducir a una deficiencia de esta vitamina, ya que
la mayoría de sus fuentes naturales proceden de animales y sus productos
derivados como: pescado y aceites de pescado, yema de huevo, queso, leche
vitaminada e hígado de ternera.
- Exposición limitada a la luz solar: el organismo produce vitamina D
cuando la piel se expone a la luz del sol, así que aquellas personas que por
alguna enfermedad o actividad laboral no salen al exterior, quienes viven en
latitudes geográficas en las que las horas solares son reducidas o por motivos
religiosos utilizan prendas que cubren todo su cuerpo tienen mayor riesgo de
carencias en vitamina D.
- Mal funcionamiento renal: a medida que se cumplen años los riñones
fallan cada vez más en su capacidad de transformar la vitamina D a su forma
activa, por lo que la insuficiencia de esta vitamina es más común en los
mayores.
- Una inadecuada absorción de la vitamina D por el sistema digestivo:
ciertos trastornos físicos como la enfermedad de Crohn, la fibrosis quística y
la enfermedad celiaca pueden afectar a la capacidad de los intestinos de
absorber la vitamina D presente en los alimentos de la dieta.
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Categoría: Salud
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