MALAS NOTAS Y OBSESIÓN POR ESTAR CONECTADOS, SEÑALES DE ALARMA DEL ABUSO DE LA TECNOLOGÍA EN ADOLESCENTES
Malas notas,
cambios en la conducta social y familiar y obsesión por estar conectados son
señales de alarma del abuso de la tecnología en adolescentes, según aseguran
diversos expertos que este sábado, 28 de junio, van a participar en la I
Jornada 'Las TIC en la adolescencia: del uso al abuso', organizada por la Clínica La Luz de Madrid.
"Cada vez necesitan dedicar más tiempo al uso de las nuevas tecnologías
para obtener el mismo nivel de satisfacción. Esto se manifiesta en cambios
en la conducta social, cambios en las relaciones familiares y en el rendimiento
académico", ha aseverado el psiquiatra infanto-juvenil de la Clínica
La Luz y coordinador de la jornada, José Luis Pedreira Massa.
En
este sentido, otro de los coordinadores del encuentro, Carlos González
Navajas, ha informado de que en las consultas acuden chicos
"obsesionados" por estar conectados, que no apagan el dispositivo
por la noche y que alteran sus actividades cotidianas para usar, cada vez más,
el móvil, la consola o el ordenador.
Además, prosigue, cuando no están en contacto con los dispositivos se
vuelven irritables y tienen cambios de humor, algo que se calma al volver a
estar conectados. Por ello, a su juicio, no es de extrañar que vean alterados
sus ritmos de sueño y comida por la hiperadicción y por el aumento de la
excitabilidad.
Ahora bien, aunque en cuestión de edad dicho abuso se dé especialmente en adolescentes
de entre 12 y 16 años, existen diferencias por sexos. Así, tal y como ha
explicado González Navajas, en el caso de los chicos suele tratarse de un
adolescente con carácter tímido, retraído y con ciertas dificultades relacionales
que hace un uso abusivo de los juegos en red y consolas.
Por su
parte, las chicas con adicción a las nuevas tecnologías tienen un carácter
aparentemente sociable, pero con ciertas dificultades en la comunicación y que
hacen un uso excesivo de redes sociales como 'Twitter', 'Facebook' y
'Tuenti', y otros sitios de Internet, sobre todo los relacionados con
trastornos de la alimentación.
"Ante situaciones como las descritas el abordaje terapéutico es
imprescindible y, como en otras conductas adictivas, exige separar al
adolescente del tóxico, es decir, en este caso de los dispositivos
tecnológicos, los juegos online y las redes sociales", ha apuntado
Pedreira.
PREVENIR
PARA NO ABUSAR
Finalmente, Pedreira la prevención de todo abuso es fácil de formular pero, tal
y como ha apostillado, "muy difícil" de ejecutar y
en el caso de las nuevas tecnologías lo es más, ya que se habla de un
"invitado" permanente en todos los hogares, de unas herramientas
que ayudan y entretienen y que tienen a todos, adultos y niños, seducidos.
Sin
embargo, y a pesar de esta dificultad, los especialistas han definido una serie
de pautas claras a implementar por los padres para evitar un
uso abusivo de la tecnología por parte de sus hijos.
"Los dispositivos tecnológicos no pueden estar en la habitación
del niño o adolescente, sino en una habitación de tránsito, como el salón o
un despacho. Además, tiene que haber una persona adulta presente cuando
el menor esté utilizando la tecnología para que controle el tiempo de
exposición, así como los contenidos que se visitan", ha recalcado.
Por último, ha destacado la necesidad de que los padres conozcan las
contraseñas de los perfiles que tienen sus hijos en las redes sociales y
que pacten con ellos en qué circunstancias no deben usar el móvil.
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