POSIBLE TERAPIA REVOLUCIONARIA PARA TRATAR LA ADICCIÓN A LA COCAÍNA
(El Rotativo de Cajigal).- En una
nueva investigación, se han encontrado evidencias de que cambiando un
aminoácido en una subunidad de un importante receptor proteico puede marcar la
diferencia entre que un animal que haya experimentado los efectos adictivos de
la cocaína retome la búsqueda de la droga después de un período de abstinencia,
o bien pierda buena parte de su interés por ella.
El incremento de la expresión de
la enzima responsable para ese cambio dentro de las subunidades GluA2 de los
receptores AMPA, que reciben los impulsos nerviosos llevados por el
neurotransmisor glutamato, redujo la búsqueda de cocaína en animales a los que
se les permitió autoadministrarse la droga, durante experimentos realizados por
un equipo encabezado por especialistas del Hospital General de Massachusetts y
la Escuela Perelman de Medicina en la Universidad de Pensilvania en Filadelfia,
todas estas instituciones en Estados Unidos.
El equipo de Ghazaleh
Sadri-Vakili, directora del Laboratorio de NeuroEpigenética en el Instituto de
Enfermedades Neurodegenerativas adscrito al Hospital General de Massachusetts,
ha identificado por tanto un blanco potencial al que dirigir nuevas terapias
para tratar la adicción a la cocaína.
Los receptores AMPA constan de
cuatro subunidades que pueden ser de cuatro tipos diferentes (desde el GluA1
hasta el GluA4), y su implicación en la adicción a la cocaína ya había sido
previamente descrita por R. Christopher Pierce, coautor del nuevo estudio. La
subunidad GluA2 determina si el receptor es permeable al calcio, que mejoraría
la intensidad de las señales transmitidas a través del receptor.
En el cerebro adulto normal, el
99 por ciento de las subunidades GluA2 han sido editadas en la etapa de
procesamiento del ARN en una forma que convierte al receptor en impermeable al
calcio, y las alteraciones en la edición de la GluA2 que crean un receptor
permeable al calcio han sido asociadas con trastornos como la depresión, la
epilepsia y la esclerosis lateral amiotrófica. Dado que la exposición crónica a
la cocaína produce cambios importantes en la transmisión del glutamato en el
cerebro (incluyendo el núcleo accumbens, una estructura en las profundidades
del cerebro de la cual se sabe que está implicada en la adicción y en la
recompensa), el equipo de científicos investigó la relación de la edición de la
GluA2 dentro del núcleo accumbens con la búsqueda de cocaína en el modelo
animal.
Heath Schmidt, miembro del equipo
de investigación, permitió primero a un grupo de ratas que se autoadministrase
cocaína durante 21 días, y después les impidió el acceso a la misma durante una
semana. El examen de los cerebros de los animales después de 7 días de
abstinencia encontró que los niveles dentro del núcleo accumbens, tanto de la
subunidad GluA2 editada como de la enzima responsable de la edición, se habían
reducido, en comparación con los cerebros de los animales no expuestos a la
cocaína. Estos hallazgos sugieren que la activación de los receptores AMPA que
contienen GluA2 no editada podría potencialmente estimular las ansias de
consumir cocaína.
En un grupo diferente de
animales, los investigadores encontraron que inducir en el núcleo accumbens la
sobreexpresión de la enzima de edición, llamada ADAR2, incrementaba la
presencia de la GluA2 editada en el receptor AMPA y además reducía la reanudación
de la búsqueda de cocaína en animales habituados a los que se les volvió a dar
acceso a la droga después de 7 días de abstinencia.
Estos hallazgos apoyan la
novedosa hipótesis de que los receptores AMPA permeables al calcio que
contienen subunidades no editadas de GluA2 contribuyen a las ansias de consumir
cocaína, y que reparar la edición defectuosa de GluA2, posiblemente mediante la
regulación de la expresión de ADAR2, podría ser una estrategia de tratamiento
contra la adicción a la cocaína.
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